Hace tan sólo dos meses, Nissan amenazaba con matar lentamente la fábrica de Barcelona. Ahora ha pasado de moribunda a ser considerada por el cost killer de la compañía en Europa, John Martin, como una de sus "hijas" y ser utilizada por los altos ejecutivos de la firma como "un ejemplo de competitividad" ante la prensa francesa.
"Voy mucho por la fábrica de Barcelona, al menos una vez al mes, porque es una de mis hijas", me aseguró John Martin en el Salón del Automóvil de Ginebra. "Barcelona lo tiene todo para ser competitiva: buenas infraestructuras, una industria potente, trabajadores muy bien preparados y un entorno agradable para trabajar. Pero los sindicatos tienen que mirar más por los intereses generales y menos por defender a sus afiliados", explicó el que fue el flagelo de las centrales sindicales durante la dura negociación del acuerdo que creó una doble escala salarial con una brecha final del 20%.
Los periodistas franceses entraron en tromba a preguntar a John Martin y a su jefe para la zona de Europa, Asia y Oriente Medio, Trevor Mann, por las afirmaciones que hizo el ministro de Reindustrialización de Francia, Arnaud Montebourg, de que el presidente de Nissan, Carlos Ghosn, le había prometido producir vehículos de la marca japonesa en las factorías de Renault para salvar empleos de operarios galos.
Después de preguntar reiteradamente por esa posibilidad, Trevor Mann zanjó la polémica con rotundidad. "No tenemos planes de producir vehículos de Nissan en Francia". Los periodistas franceses se quedaron atónitos y le preguntaron qué era necesario para fabricar coches japoneses en Francia. "La fábrica de Barcelona ha decidido que quiere ser competitiva en el futuro gracias al acuerdo firmado. Nissan decide dónde fabrica sus modelos en base a la competitividad, no somos una organización de caridad”, dijo Trevor Mann.
Ampliación de Barcelona
El aparente idilio entre la cúpula de Nissan en Europa, formada en la fábrica británica de Sunderland, y la otrora correosa fábrica catalana promete tener otros capítulos porque John Martin afirmó que se plantearían ampliar su capacidad a partir del 2015 "si la demanda del mercado lo hace necesario". Ese año, está previsto que la Zona Franca llegue a una producción de 200.000 unidades anuales, con lo que estará casi saturada.
Pero Nissan necesitará previsiblemente más capacidad productiva teniendo en cuenta que tiene en marcha una importante ofensiva comercial con el lanzamiento de nuevos modelos que quiere ensamblar en Europa. Ahora únicamente queda por ver cuánto durará la calma en Barcelona tras unos años "muy movidos", como recuerdan los sindicatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario