El Plan Pive ha arrancado con discreción, envuelto en la burocracia
y la depresión de los consumidores. A pesar de las campañas
publicitarias en marcha de las principales marcas de coches y de que las
ayudas del nuevo Prever entraron en vigor oficialmente el 1 de octubre, las ventas
cayeron el mes pasado un 21,7% con una pobre media de algo más de 2.000
matriculaciones diarias. ¿Hay motivo para la alarma?
Solo en los últimos días de octubre se aprecia un ligero incremento
de las matriculaciones hasta 2.370 (los días 24 y 25), 2.676 (26) y 2.770 (29).
En los dos últimos días hábiles, los registros de la Dirección General
de Tráfico detectan el habitual subidón de final de mes, con 3.944
coches vendidos el 30 y 6.648 el 31, por el cierre del periodo en los
concesionarios, por el redondeo de las cifras con automatriculaciones y
compras por parte de empresas de flotas y de rent a car.
Las patronales del sector aparentan calma e insisten en que las
visitas y los pedidos que están recibiendo se transformarán en
matriculaciones en los próximos meses. De momento, se ha alcanzado una
velocidad de crucero de 1.000 reservas diarias, el paso previo para
formalizar la compra en el sistema de registro de las subvenciones que
gestiona el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía
(Idae) El incremento de las bajas de vehículos de 12 años o más de
antigüedad corroboran esa tendencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario