La principal esperanza de los empresarios del automóvil corre el peligro de desvanecerse. Cuando el Gobierno de Cantabria y los concesionarios de la comunidad anunciaron la puesta en marcha de un plan de ayudas a la compra de coches, las asociaciones de distribuidores y de marcas consiguieron un importante éxito. Pero ese caballo de Troya no ha funcionado en sus primeras tres semanas de aplicación
Lejos de mejorar, el mercado de turismos nuevos en Cantabria mantuvo una importante caída del 17% en julio en lugar del 20% de junio. Solo 591 coches matriculados en julio a pesar de que los compradores disponen de un descuento de 1.200 euros desde el pasado día 9.
Lo que hace unas semanas era el referente para Anfac, Faconauto, Aniacam y Ganvam, se ha convertido ahora en en un plan en una comunidad con un mercado pequeño, sin apenas tiempo para cambiar la tendencia e incluso en un problema para encontrar coches disponibles. Excusas que no pueden ocultar que los temores que agarrotan a los consumidores que mantienen capacidad adquisitiva no cambiarán de estado de ánimo porque les den 1.200 euros.
El pinchazo del plan de ayudas de Cantabria quita fuerza a las patronales del sector del automóvil en su reclamación frente al Gobierno de un rescate del mercado. Además tendrá mucho menos efecto arrastre de otras autonomías que se puedan sumar al Ejecutivo cántabro. Por si eso fuera poco, el ministro de Industria, José Manuel Soria, han endurecido su postura y ha respondido al sector que no hay dinero más allá de los 220 millones que repartirá entre fabricantes y proveedores.
Para redondear el mal panorama para el sector, han recibido el plan aprobado por François Hollande en Francia con decepción al estar muy centrado en los incentivos a los coches eléctricos e híbridos. "El plan está pensado para la industria francesa, pero es bastante bluf", afirma un dirigente del sector en España. El resultado es que las marcas y los concesionarios harían bien en prepararse para seguir cayendo sin red durante meses.
Presentación del plan. FOTO: Gobierno de Cantabria |
Lo que hace unas semanas era el referente para Anfac, Faconauto, Aniacam y Ganvam, se ha convertido ahora en en un plan en una comunidad con un mercado pequeño, sin apenas tiempo para cambiar la tendencia e incluso en un problema para encontrar coches disponibles. Excusas que no pueden ocultar que los temores que agarrotan a los consumidores que mantienen capacidad adquisitiva no cambiarán de estado de ánimo porque les den 1.200 euros.
"El plan de Hollande es un bluf"
El pinchazo del plan de ayudas de Cantabria quita fuerza a las patronales del sector del automóvil en su reclamación frente al Gobierno de un rescate del mercado. Además tendrá mucho menos efecto arrastre de otras autonomías que se puedan sumar al Ejecutivo cántabro. Por si eso fuera poco, el ministro de Industria, José Manuel Soria, han endurecido su postura y ha respondido al sector que no hay dinero más allá de los 220 millones que repartirá entre fabricantes y proveedores.
Para redondear el mal panorama para el sector, han recibido el plan aprobado por François Hollande en Francia con decepción al estar muy centrado en los incentivos a los coches eléctricos e híbridos. "El plan está pensado para la industria francesa, pero es bastante bluf", afirma un dirigente del sector en España. El resultado es que las marcas y los concesionarios harían bien en prepararse para seguir cayendo sin red durante meses.
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