Mostradores equipados con tablets, pantallas de televisión... No son tiendas de electrónica, sino los concesionarios de automóviles del siglo XXI. El objetivo de las marcas de coches es renovar la típica imagen de los puntos de venta tradicionales en los que huele a taller, a neumáticos nuevos y los coches se amontonan sin dejar apenas espacio para caminar.
¿Qué buscan los clientes de hoy en día cuando van a un concesionario? En muchos casos quieren ver in situ el vehículo sobre el que han estado buscando información por internet en los días previos o bien comprobar si el precio indicado en la web de la marca es el precio final que le ofrecerá el comercial como paso previo para firmar el contrato de compra.
Por tanto, si yo estuviera en uno de esos dos supuestos, ¿querría ver fotos y configuraciones de un coche que tengo delante en un iPad en un mostrador del concesionario? Es muy discutible. Sin embargo, la mayoría de las marcas siguen una tendencia que consiste en intentar dar un look de concesionario conectado y en esponjar algo más los abigarrados espacios que se llevaban antes.
La novedad es la apertura de algunos espacios de exhibición importando el concepto de los show rooms de las marcas de moda. Mazda y Nissan acaban de abrir sendos flagships para explicar el concepto y los valores que intentan transmitir. El consejero director general de Nissan Iberia, Marco Toro, parte de la evidencia de que los clientes han pasado de ir unas siete veces a un concesionario hasta que materializan la compra a unas dos que quieren convertir en experiencias emotivas.
Mazda ha abierto en concepto único a medio camino entre show room y foro cultural con el que mejorar su imagen de marca en el meollo del barrio del Born de Barcelona. En el Mazda Space no se pueden comprar coches pero sí verlos y tocarlos y empaparse de la historia de la compañía.
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