Llega la segunda cosecha de flexibilidad y empleo en las fábricas de coches

Renault se ha convertido en la Raimat del sector del automóvil. El fabricante francés de vehículos ha emulado al productor de vino, que habitualmente inaugura la vendimia en toda la Península en su finca de Lleida. Renault acaba de mostrar el resultado del inicio de la segunda cosecha de flexibilidad y nuevos empleos e inversiones en la industria de la automoción. 

La semilla plantada con el acuerdo de competitividad firmado entre la dirección de la empresa y los sindicatos ha fructificado de forma rápida en un plan industrial de más de 600 millones de euros de inversión y la contratación de 3.000 jóvenes para producir un nuevo modelo de coche, una caja de cambios, un motor y piezas de fundición de aluminio. 

Después de Renault vendrán otros anuncios de inversiones en las fábricas de Volkswagen de Navarra, PSA y Seat de Martorell, entre otras. Todas serán consecuencia de la segunda hornada de acuerdos laborales desde que empezó la crisis en las factorías de la industria automovilística. Como siempre, han sido acuerdos duros aunque con menos calado que la primera hornada, en la que ya se estableció el escalón con sueldos de alrededor de 1.000 euros para los nuevos contratados. 

Más sacrificios de los trabajadores

En estos acuerdos 2.0 se trataba de prolongar la competitividad ganada mediante la contención salarial. En un momento en que los fuertes aumentos de producción del 2014 y el 2015 y también de este año han mejorado los resultados de las empresas, incluso de algunas que estaban hundidas en las pérdidas como Seat, los trabajadores verán cómo sus sueldos en los próximos años subirán muy poco, entre el 0,5% y el 1% en muchos casos. Además, pondrán al servicio de las empresas más horas de trabajo fuera de la jornada habitual. Con esas condiciones y la calidad alcanzada, las fábricas españolas se mantendrán entre las más competitivas de los grupos fabricantes.