Generalmente, cuando alguien sufre algún accidente de tráfico gravedad y sale aparentemente ileso es sometido a pruebas médicas y a observación por prudencia. Esa actuación de sentido común parece que no se cumplió como era de rigor en el caso de Fernando Alonso tras gastar otra de sus vidas al volar y chocar a 300km/h en Melbourne.
El comunicado de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) es significativo: su título es "Alonso revela lesiones". Concretamente, varias costillas fracturadas y un neumotórax que le impedirán correr en Bahrein por prescripción de los médicos de la FIA después de someterlo a un escáner a través de un TAC. Y con esas lesiones viajó de Australia a España y luego a Bahrein. ¿Qué ha fallado en el control médico? ¿Ha habido negligencia por parte de la FIA?
Fue tranquilizador ver a Fernando Alonso salir por su propio pie de los restos de su coche siniestro total y explicar su accidente poco después de una visita fugaz al dispensario médico de la FIA en el circuito de Australia. Demasiado fugaz probablemente.#FA14: "I'm very happy we’re both fine, which is the most important thing." #AusGP reaction: https://t.co/JOCKHLzGme pic.twitter.com/HCet9cByvK— McLaren (@McLarenF1) 20 de marzo de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario