Dice el refrán que quien algo quiere algo le cuesta. A la Generalitat y al Gobierno central les costará más de 400 millones de euros que el grupo Volkswagen mantenga la inversión prevista de 3.300 millones. Y al Gobierno de Navarra y al Ejecutivo de Madrid, otros 110 millones por garantizar una inversión de 900 millones. Lo que tendría que ser un proceso con luz y taquígrafos para decidir el destino de dinero público, y más en tiempos de recortes, sigue siendo algo opaco y sospechoso de esconder algo parecedido a una negociación que alguien ajeno podría equiparar con un chantaje.
La noticia de las ayudas públicas a la multinacional alemana ha suscitado el debate previsible: ¿Está justificado dar ese dinero al grupo Volkswagen? ¿Cuál será el verdadero destino de las ayudas en el momento actual de un aumento de los gastos y la necesidad de financiación provocada por el dieselgate? ¿Pueden dos gobiernos en funciones como el central y el catalán comprometer esas subvenciones para los próximos años?
El conseller en funciones de Empresa i Ocupació de Catalunya, Felip Puig, matizó hace unos días que "no serán ayudas extraordinarias ni por la crisis de los motores diésel de Volkswagen". Pero para que eso se perciba así será necesaria mucha transparencia en el dinero que perciba el grupo alemán y para qué utiliza mis impuestos.
Aviso a navegantes
Los fabricantes de automóviles suelen cobrarse caras y con intereses sus inversiones, tanto de las administraciones como de sus plantillas. Y si encima la compañía se encuentra inmersa en el peor momento de su historia y recorta sus inversiones en su propio país de origen, los planes tienen un precio todavía más alto.
De ahí las afirmaciones con segunda lectura del presidente de Volkswagen, Matthias Müller, al asegurar que "no se ha tomado ninguna decisión negativa sobre las inversiones en España y por tanto se mantienen". Y las del nuevo presidente de Seat advirtiendo de que la marca necesita "apoyo a largo plazo". Un aviso a navegantes mientras el grupo espera que se concreten las ayudas para Seat.
Un spot de imagen de marca que raya el meme
Y mientras espera, Seat ha pasado al contraataque tres meses después de estallar el dieselgate con una campaña publicitaria de imagen de marca con el eslogan Inside Seat. En un spot de un minuto y medio, la marca presume de ser un motor para la industria y un referente para la sociedad española. Pero ni rastro de los más de 600.000 coches que vendió con motores trucados. Sólo una imagen idílica con un colofón que raya el meme con la que está cayendo: "Todo lo que hacemos es que sucedan cosas bonitas para ti".
Un spot de imagen de marca que raya el meme
Y mientras espera, Seat ha pasado al contraataque tres meses después de estallar el dieselgate con una campaña publicitaria de imagen de marca con el eslogan Inside Seat. En un spot de un minuto y medio, la marca presume de ser un motor para la industria y un referente para la sociedad española. Pero ni rastro de los más de 600.000 coches que vendió con motores trucados. Sólo una imagen idílica con un colofón que raya el meme con la que está cayendo: "Todo lo que hacemos es que sucedan cosas bonitas para ti".
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