¿Cómo serán los coches del futuro? Y ¿quién los fabricará? Las compañías tecnológicas de bandera se han empeñado en retar a los fabricantes de coches herederos de la vieja industria del siglo XX con proyectos de vehículos eléctricos o de conducción autónoma. ¿Podrán Apple y Google exportar al automóvil las exitosas fórmulas del iPad y Android?
Hasta ahora, los directivos del automóvil habían mantenido una discreción políticamente correcta respecto a las intenciones de las firmas tecnológicas. Pero algunos de ellos comienzan a hablar claro sobre los nuevos competidores en potencia. Dan Akerson, consejero delegado de General Motors entre 2010 y 2014, ha intentado disuadir a la compañía que dirige Tim Cook de producir un coche eléctrico. "Si fuese un accionista de Apple, no estaría contento. Sería muy escéptico sobre la perspectiva a largo plazo en un sector de bajo margen y muy manufacturero", advirtió el exdirectivo de la vieja economía a la empresa de la nueva economía, a la que recomendó que se alíe con los fabricantes de coches para conectarlos a internet.
La revista The Economist ha llegado a una conclusión similar al asegurar que las marcas actuales de coches seguirán produciendo vehículos en el futuro: "Las empresas de tecnología pueden estar mejor trabajando con los fabricantes de automóviles para desarrollar el software que proporcionará el cerebro del coche de conducción autónoma".
Las declaraciones de Akerson han sido bien recibidas en los círculos de los fabricantes de vehículos, que ven a Apple y Google excesivamente sobradas por su intención de entrar en un sector industrial muy maduro y técnicamente complejo. Sin embargo, las tecnológicas cuentan a su favor con un modelo de negocio exitoso, buen diseño y el precedente de Tesla, un nuevo fabricante de coches eléctricos que está desafiando a los viejos ensambladores.
La base industrial del negocio del automóvil tampoco es un obstáculo insalvable, puesto que ya existen fábricas de marca blanca como Magna a las que las marcas subcontratan la producción de sus vehículos. Y en subcontratación, Apple es un ejemplo al confiar en la china Foxconn el montaje de sus iPhones e iPads.
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