Final de 2013: los concesionarios dejan atrás 11 trimestres consecutivos de pérdidas y logran un beneficio aunque todavía simbólico. Primavera de 2014: las ganancias medias suben hasta el 0,66% de la facturación, el mejor nivel desde el plan de ayudas 2000E de 2009. Octubre de 2014: el agotamiento anticipado del plan Pive 6 pone en peligro la rentabilidad recuperada de los puntos de venta, que se prevé que pueda llegar al 1% en diciembre.
La curva de la rentabilidad del estudio de la consultora Snap On presentada en el foro de automoción de la Asociación de Vendedores de Automóviles (Ganvam) muestra claramente que las ayudas para incentivar las ventas actuaron en 2009 y desde 2012 como un auténtico salvavidas al que se agarraron las empresas para aumentar su facturación y rentabilizar los recortes de gastos y estructura llevados a cabo durante la larga travesía del desierto.
La red comercial de las marcas ha aumentado su dependencia de la venta de coches, tanto nuevos como de segunda mano, que supone ya un 46% del beneficio, nueve puntos más que en 2013. Cada coche nuevo matriculado deja un margen bruto de beneficio del 8,6% y un fondo de maniobra de 3.801 euros por vehículo.
Las empresas de venta de automóviles se encuentran en una situación frágil de respiración asistida. Las patronales del sector son conscientes del peligro que suponen dos meses, noviembre y diciembre, con el mercado sin ningún tipo de colchón y la expectativa de que en enero se reactiven los incentivos. Las ventas se desplomaría a la espera del Pive 7 en enero gracias a la reserva de presupuesto aprobada por el Gobierno.
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