El problema endémico de la sobrecapacidad industrial instalada en Europa, agudizado por la crisis de ventas en los principales países del continente incluida Alemania, está provocando movimientos sísmicos empresariales. 'Opelgeot' es el más notorio y nace de la necesidad de buscar economías de escala como dirían los gestores remilgados o bien de cerrar fábricas y recortar plantilla como dirían los gestores killers.
Las
cuentas de la filial europea de General Motors y del grupo francés PSA
son un poema dramático. Entre las dos compañías suman la friolera de
1.290 millones de euros de pérdidas en el primer semestre, entre 819
millones de PSA y los 471 de GM Europe.
La
unión de los dos grupos sumaría tres fábricas en España, dos de ellas
(Zaragoza y Vigo) de gran capacidad y otra más pequeña en Madrid. Por
ahora, las tres plantas tienen proyectos de futuro aunque ahora
atraviesan el bache de la caída de la demanda en España y otros países.
Sin que sirva de precedente, el ajuste ya iniciado por PSA y General
Motors afecta más a los países de las matrices, es decir, a Francia y
Alemania. La lógica de costes se impone por una vez al nacionalismo de las multinacionales en beneficio de los países
periféricos.
Y una tras otra casi todas las marcas con más dependencia de Europa van cayendo en las zarpas de la sobrecapacidad. Renault también busca socio o se deja cortejar por Daimler, con la que incrementará su colaboración en motores. Fiat está llegando otra vez a un callejón sin salida pese a la absorción de Chrysler y el aprovechamiento cruzado de modelos. Incluso la todopoderosa Volkwagen ha tenido que reducir sus previsiones de producción en Europa y ha entrado en la guerra de descuentos también en Alemania.
Y una tras otra casi todas las marcas con más dependencia de Europa van cayendo en las zarpas de la sobrecapacidad. Renault también busca socio o se deja cortejar por Daimler, con la que incrementará su colaboración en motores. Fiat está llegando otra vez a un callejón sin salida pese a la absorción de Chrysler y el aprovechamiento cruzado de modelos. Incluso la todopoderosa Volkwagen ha tenido que reducir sus previsiones de producción en Europa y ha entrado en la guerra de descuentos también en Alemania.
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