Putin, en la nueva planta de Autovaz en 2012. RENAULT |
Hay mucho en juego puesto que Rusia se ha convertido en el segundo mercado del continente europeo, al registrar unas ventas de 2,9 millones de vehículos, sólo por detrás de Alemania. El incremento de la producción experimentado en los últimos años ha sido espectacular a medida que las nuevas plantas se ponían en marcha: en 2013 se ensamblaron 2,1 millones de coches, lo que supone prácticamente un empate técnico con España.
Hace unos días, el presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, mostraba su disgusto por la volatilidad política y del rublo, algo que puede truncar los planes de crecimiento en el prometedor pero inestable mercado ruso. Las malas noticias de Crimea llegan justo cuando Volkswagen empezaba a sacar rentabilidad a una inversión de 500 millones en una nueva factoría en Kaluga.
Nuevo Chevrolet Niva. GM |
La compañía rusa, que produce un millón de vehículos al año para la marca Lada y en asociación con Dacia y Chevrolet, anunció un plan de reducción de su plantilla en enero pasado, poco antes de que estallara la tensión en Ucrania. Las previsiones, anteriores a la anexión de Crimea, apuntan a que el Dorado ruso volverá a caer este año.
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