El
mercado automovilístico español está más perdido que un navegador sin
destino. Somos la tercera potencia industrial del sector en Europa pero
nos estamos convirtiendo en un mercado de tercera fila. En los últimos
días, la subida del IVA y la falta de brújula del Gobierno han hundido
todavía más las ventas.
Soria en un modelo eléctrico de Seat en Martorell. Foto: Seat |
El mensaje que reciben los consumidores no ayuda a mejorar una confianza por los suelos. Además de un nuevo rescate financiero sobrevolando sobre España, el ministro de Industria, José Manuel Soria, ha desorientado al sector y a los escasos compradores potenciales. El 29 de agosto anunció que estudiaban poner en marcha en el 2013 el plan Renove que pide el sector con un presupuesto global de 200 millones que permitiría dar una ayuda de casi 2.000 euros por comprar un vehículo teniendo en cuenta la cantidad que aportarían las marcas y los concesionarios.
Pero
una semana después, tras recibir algunas críticas populistas en público
y las del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en privado, Soria
dio marcha atrás y volvió al discurso que justifica los recortes como
única política posible. Demasiada confusión.
Gestos para mejorar la confianza
Es
cierto que, en caso de que el Ejecutivo esté estudiando un Renove para
el 2013, anunciarlo cuatro meses antes solo contribuye a hundir las
ventas en ese periodo a la espera de las ayudas. El argumento económico
no puede ser la excusa eterna, puesto que otros países aplican políticas
de estímulo económico como Francia y Estados Unidos y, por encima de la
cuantía, es imperioso hacer gestos que mejoren la confianza de los
consumidores.
La
inacción corre el peligro de que el tiro del ahorro le salga por la
culata al Estado debido al incremento del basto en prestaciones de paro
ante la alarmante subida del uso de los ERE temporales por la necesidad
de reducir la producción de las fábricas españolas.
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