Se trata de una versión derivada del modelo diseñado por el estadounidense Moulton Taylor en 1949 por primera vez y que fue transformado en varias ocasiones posteriormente. En la animación de Pixar, el Taylor Aerocar se convierte en Franz Fliegenhosen (Franz Pantalones Voladores).
Con la excepción de algunas licencias estéticas, el coche volador de la ficción cinematográfica respeta la esencia del Taylor Aerocar. Se trata de un coche, a diferencia de otros modelos que eran un avión con forma de automóvil, con un remolque en el que van las alas y el motor de hélice que se añaden al turismo y lo convierten en una avioneta. Con la filosofía de un descapotable, el utilitario es capaz de transformase en unos segundos y seguir el camino volando.
Aunque los animadores presentan este Aerocar como de procedencia alemana y lo sitúan en Hamburgo, su origen se encuentra en el taller de Moulton Taylor en Whashington. En todo caso, es otro guiño creativo de Pixar a una época en que los diseñadores y los ingenieros iban a mucha más velocidad que la realidad, mirando al futuro. El Aerocar de Taylor se quedó únicamente en prototipo y todavía tiene una elevada cotización: en el 2012 se vendió uno de ellos por casi un millón de euros.
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