Por delante de la fábrica de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, a tan solo cinco metros de la puerta, discurre el trazado de una vía de tren que va hacia el puerto de la ciudad. Sin embargo, un equipo de conductores se dedica durante su jornada laboral a llevar los vehículos producidos a través de la calzada hasta el muelle de carga del puerto. Es un ejemplo de los atrasos en logística que sufre la industria española y que ahora la ministra de Fomento, Ana Pastor, se ha comprometido ante los fabricantes a ir solventando.
Ana Pastor y a la derecha, Mario Armero, vicepresidente de Anfac. ANFAC |
Ahora es el momento de la logística. Después de que las marcas de coches hayan conseguido abaratar sustancialmente sus costes laborales gracias a unos acuerdos firmados en un contexto propicio de paro disparado, ahora toca apretar para reducir los costes de transporte.
Tradicionalmente, los fabricantes esgrimían una larga lista de agravios o chapuzas que dejaban el transporte ferroviario español por los suelos: velocidad a paso de tortuga, convoyes poco aprovechados por falta de coordinación con fabricantes, altura insuficiente de los vagones para cargar algunos vehículos en boga como monovolúmenes y SUV, conexión dificultosa con Francia por el ancho de vía diferente...
Tradicionalmente, los fabricantes esgrimían una larga lista de agravios o chapuzas que dejaban el transporte ferroviario español por los suelos: velocidad a paso de tortuga, convoyes poco aprovechados por falta de coordinación con fabricantes, altura insuficiente de los vagones para cargar algunos vehículos en boga como monovolúmenes y SUV, conexión dificultosa con Francia por el ancho de vía diferente...
El convenio que acaban de firmar la Asociación de Fabricantes de Automóviles (Anfac) y el gestor de infraestructuras ferroviarias (Adif) prevé dibujar un mapa de esas calamidades férreas y llevar a cabo proyectos para conectar las plantas de coches con la red ferroviaria.
La advertencia-aviso-para-navegantes de Anfac ha sido claro: "España es periférica respecto de los mercados centrales UE, que son nuestro principal socio comercial. Esta realidad impone un extracoste a las exportaciones a la zona y genera desventajas competitivas a nuestras fábricas. Y ese extracoste puede decidir inversiones como ocurre en el caso de la automoción".
El hecho de que el foco se centre ahora en la logística también se debe, además de que ya se ha despejado la variale laboral, a que se trata de una partida importante en los costes totales de un vehículo, con un peso de alrededor del 12%, por encima de los costes de personal.
Contrapartida de las inversiones
El Gobierno y Anfac sustentan el acuerdo en las ventajas de la colaboración público-privada. Dicho así, parece que paguen a pachas. Pero no será así probablemente ya que en la letra pequeña de las recientes inversiones en las factorías españolas se incluye la factura ferroviaria para el Gobierno español mediante las conexiones de las plantas.
Curiosamente, ni Fomento ni Anfac mencionan la necesidad de contar con corredores ferroviarios hacia Europa, ni el mediterráneo ni el central. En cambio, las marcas por separado sí reclaman con urgencia el corredor más próximo. Esperemos que los responsables técnicos impongan la racionalidad por encima de criterios políticos.
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