La recuperación que están viviendo los concesionarios no es únicamente un indicador macroeconómico. También es una realidad que han podido comprobar los trabajadores que han encontrado empleo en la red comercial de las marcas. Como los 50 que han empezado a trabajar en los últimos meses en Barcelona Premium, la apuesta de Ibericar y la norteamericana Penske que ha supuesto un revulsivo para BMW y Mini en la capital catalana.
La unificación de los seis puntos de venta y talleres de tres empresas en Barcelona Premium está dando resultados. Además de ampliar la plantilla hasta 245 empleados con las 50 incorporaciones, la joint venture de Ibericar y Penske ha invertido ya un millón de euros en poner al día el aspecto de sus establecimientos. Para este año el grupo espera vender 5.000 coches nuevos y de segunda mano y facturar unos 130 millones. Y puede ser sólo el inicio del momemtum de BMW en la ciudad porque el director gerente de Barcelona Premium, César Gil, admite que tienen la caña de pescar en busca de los chollos que todavía quedan en el mercado de los concesionarios.
Detrás tiene dos socios con hambre. Ibericar para superar a su rival Quadis y Penske para expandirse en el mercado español en un momento dulce de crecimiento. Por ello no tardaremos mucho en tener noticias de compras y concentraciones protagonizadas por Barcelona Premium y sus copropietarios Ibericar y Penske.
Es un ejemplo de los movimientos que se están produciendo en el sector gracias al saneamiento de algunas cadenas que se han colocado en posición compradora en un terreno en el que hay campo por recorrer. Gil recuerda que España tiene un mercado de concesionarios muy atomizado en comparación con otros países en los que un pequeño grupo de grandes compañías controlan una porción mayoritaria del pastel.
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